lunes, 23 de mayo de 2016

Tiempo inhumano

No existe un lugar especial en el tiempo cuando se observa la naturaleza, no funciona con el tiempo humano. Son siempre tiempos del pasado o de un presente ajeno del que ya no formamos parte.
Tiempos que se perdieron en ambiciones y esclavitudes aceptadas con el falso paternalismo y protección de un pacto social.
Y con una instintiva melancolía hay quien evoca sin definir el origen de su tristeza, los tiempos perdidos en los que el hombre no era un mero productor.
Perdió el horizonte y se quedó en la grada de un estadio deportivo con una triste cerveza de fin de semana en la mano.


viernes, 20 de mayo de 2016

Un latido perdido



Solo la belleza devastadora de un paisaje, de las nubes acariciando las montañas, del pato volando sobre el río y la conjunción de un perfecto cromatismo, puede emular a la muerte robándome un latido del corazón.
La belleza de la naturaleza y la muerte, son igual de poderosas.
Es un buen precio perder el ritmo del corazón a cambio de admirar toda esa majestuosidad.


miércoles, 11 de mayo de 2016

Quiosco de vida


Era una mañana de febrero, fría y lluviosa. Y un café bajo los soportales del Zócalo de Puebla, era un placer íntimo. En solitario los cafés saben de una forma especial, porque bebes los recuerdos y las miserias solapado por la indiferencia del trajín de un quiosco de prensa saturado de vida.
Dado el ruido habitual de la ciudad, era un paraíso temporal. Una efímera tranquilidad que valía la pena disfrutar en silencio.
Era 2012, pero podría ser el futuro, o cualquier pasado reciente. Fumar y tomar un café en soledad en un mundo abigarrado, es un lujo intemporal.
Brindo con un café por el cobijo de un quiosco y su indiferencia.

(Zócalo de Puebla, México. Febrero 2012).



lunes, 2 de mayo de 2016

Pausados tiempos


No siempre lo pasado fue peor. Hay cosas del pasado que se hicieron con cariño, con arte.
Con el deseo de perdurar.
Tiempos en los que no importaba el tiempo por su abundancia, sino la ilusión y la vocación de ser experto, maestro.
Y tal vez estas sean las cosas que perduran, porque tienen muchas huellas de vidas y muertes. Porque son tan viejos los comercios, que  inevitablemente se piensa en lo que "han llegado a ver" esas paredes; los distantes seres que pasaron bajo su letrero, amigos, vecinos, padres, hijos, abuelos, nietos...".
Como si el letrero, estuviera pensado  para ser cuna y lápida de los que necesitaban un cuchillo o un candado.
Navajas y cuchillos que cortaban el pan en torno a hogueras y frente a chimeneas.
Filos trabajados con paciencia, con arte e ilusión. Posiblemente creyeran que hacían los mejores cuchillos, las cerraduras más eternas. Las llaves más grandes.
Donde el tiempo no era oro, sino un deseo generoso de gustar, de servir.
Hay cierta ternura en los elaborados letreros de los comercios de tiempos sin prisas y saludos con olor a pan recién hecho.
Deben ser esos los secretos de su longevidad.
Y los restos de piel humana que le dan su pátina carismática.



domingo, 27 de marzo de 2016

Monolito de la vergüenza


Un monolito de restos, de desperdicios, de lo que alguien encontró y quiso darle una desesperada utilidad. Un alarde de imaginación de la pobreza.
Tiempos de desasosiego, transcurre todo tan rápido, que el arte se hace decadente en semanas.
Y queda solo, abandonado como una vergüenza de una sociedad que ha perdido la libertad de pensar para caer en la esclavitud de un pensamiento común, colectivo, globalizado, repulsivo.
Sus obras perduran como los ahorcados ante las murallas de antiguos castillos, como amenaza, como vergüenza.
Como el escupitajo de un obrero en la madrugada, camino de galeras.


martes, 8 de marzo de 2016

Cuernos para erecciones de idiotas


¿En qué momento los monos decidieron que sus cuernos eran necesarios para que sus pollas se pusieran duras? Da igual si es una cultura oriental u occidental, los monos evolucionaron envidiosos de otros seres con más fuerza y más territorio en todas las regiones del planeta que ensuciaron con su presencia.
La evolución del hombre, no es tal. Los humanos son un accidente, una degeneración de la naturaleza en el planeta.
Pronto serán viejos recuerdos o cromos mal dibujados en pastelillos. Nadie se acordará de que unos miles de degenerados de polla blanda, pensaron que sus cuernos curaría sus penes ridículos.
Lo más divertido es que los monos (hombres), ni con la polla dura saben follar.
Los religiosos deberían recapacitar sobre un Dios de mierda creador.
¿Creador de qué?



martes, 1 de marzo de 2016

Ferrohumanidad


El tren y sus articulaciones son la metáfora de los humanos cuerpos. Solo que los férreos nervios y vasos sanguíneos del ferrocarril tienen una duración inhumana.
Una broma, es una burla ser más duradero que tu creador.
Como es una burla que tradiciones, ignorancias y prejuicios pervivan en esta sociedad tan superflua, como si estuvieran remachados artificialmente en los básicos cerebros de la humanidad.
Cerebros tan simples y mecánicos que uno se pregunta si el cerebro es un órgano que tiende a desaparecer o convertirse en la palanca del cambio de agujas que alguien maneja.