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lunes, 24 de octubre de 2022

rt--Viajando en el tiempo--ic


Sería ridículo viajar en el tiempo y ver esto, cuando en el presente es táctil. Solo he tenido que caminar silenciosa y solitariamente unos minutos, cuando cae a ratos una fina lluvia que no le gusta a nadie más que a mí.

No hay nada cuántico en ello, no hay fantasía galáctica. Basta pensarlo, basta sentirlo sin dejar a nadie pudriéndose de vejez en La Tierra.

Hay muchos muertos que han visto lo mismo que yo, no es inusual.

Solo es algo accidental, un pensamiento de pasada, ser consciente de que es un jalón del pasado en un bonito momento, con la bruma del silencio y la soledad suavizando la muerte.

Lo embarazoso es pensarlo sin tapujos: soy un cadáver en ciernes.

Es una melancólica realidad que establo y campo no viajan en el tiempo, se han quedado estancados en el pasado. Tal vez, si pudieran, sonreirían pensando al verme: “Otro que va a la tumba”.

Sé muy bien que voy con paso firme hacia la podredumbre y se pueden meter su sarcasmo y vanidad por el culo si lo tuvieran.

La piel de mis manos está más cuarteada que el muro de piedra. Y me gusta.

Yo también tengo mi orgullo, mi orgullo atávico como yo. Tanto que, me pregunto si es mi último otoño, sin melancolía, sin tristeza; solo es un pensamiento casual, una curiosidad.

El final del camino es oscuro como el ataúd cerrado y voy hacia él.

Sin remilgos.

La vida no ha sido como para tirar cohetes con efecto final de palmeras doradas y trueno. No me ha gustado, estoy seguro de que las hay mejores en otros tiempos y lugares, en otros mundos como los de mis sueños.

Alguien podría decir que soy un amargado. Bien, nada es perfecto.

Algo pasó conmigo que no nací bien.

Me largo, bye.




Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

lunes, 23 de mayo de 2016

Tiempo inhumano

No existe un lugar especial en el tiempo cuando se observa la naturaleza, no funciona con el tiempo humano. Son siempre tiempos del pasado o de un presente ajeno del que ya no formamos parte.
Tiempos que se perdieron en ambiciones y esclavitudes aceptadas con el falso paternalismo y protección de un pacto social.
Y con una instintiva melancolía hay quien evoca sin definir el origen de su tristeza, los tiempos perdidos en los que el hombre no era un mero productor.
Perdió el horizonte y se quedó en la grada de un estadio deportivo con una triste cerveza de fin de semana en la mano.


lunes, 2 de mayo de 2016

Pausados tiempos


No siempre lo pasado fue peor. Hay cosas del pasado que se hicieron con cariño, con arte.
Con el deseo de perdurar.
Tiempos en los que no importaba el tiempo por su abundancia, sino la ilusión y la vocación de ser experto, maestro.
Y tal vez estas sean las cosas que perduran, porque tienen muchas huellas de vidas y muertes. Porque son tan viejos los comercios, que  inevitablemente se piensa en lo que "han llegado a ver" esas paredes; los distantes seres que pasaron bajo su letrero, amigos, vecinos, padres, hijos, abuelos, nietos...".
Como si el letrero, estuviera pensado  para ser cuna y lápida de los que necesitaban un cuchillo o un candado.
Navajas y cuchillos que cortaban el pan en torno a hogueras y frente a chimeneas.
Filos trabajados con paciencia, con arte e ilusión. Posiblemente creyeran que hacían los mejores cuchillos, las cerraduras más eternas. Las llaves más grandes.
Donde el tiempo no era oro, sino un deseo generoso de gustar, de servir.
Hay cierta ternura en los elaborados letreros de los comercios de tiempos sin prisas y saludos con olor a pan recién hecho.
Deben ser esos los secretos de su longevidad.
Y los restos de piel humana que le dan su pátina carismática.



sábado, 27 de febrero de 2016

Viejo depósito



"Hay multitud de seres respirando, de cosas ocupando espacio; pero no quiere decir que sean necesarios. Hay errores a todos los niveles, los cósmicos, cosmogónicos y humanos.
Unos piensan en viejos tiempos; pero yo pienso en el presente, en cómo acabar con tanta banalidad, con el miedo pornográfico que los borregos tienen a la libertad y sus palabras."

(De El viejo depósito, de Iconoclasta)