viernes, 23 de octubre de 2015

Vencido



Vencido por el otoño, ha rendido sus hojas de oro  y sangre.
Es hora de descansar, amigo, nos encontraremos en la primavera.
Si llego a ella.


Inmensidad


Soy parte de la inmensidad, una molécula perdida entre montañas. No me encuentro, no sé donde estoy. Con existir es suficiente, no puedes perder el tiempo buscándote, porque mueres en el intento sin encontrar consuelo a la inquietud de esa enormidad.
Semper atom.


martes, 13 de octubre de 2015

Hierro vs. líquen


Ambos están bien, el líquen consigue algún alimento y el hierro siente una calidez semejante a la vida.
Mis mundos son perfectos, justos para todas las cosas, todos los seres. Tienen un equilibrio que nadie ha sabido dar al mundo ajeno a mí, el que soporto.
La realidad es que el hierro está muerto.
Hay una ley no escrita que dice que lo muerto no puede morir. ¿Y eso es eternidad?
Sin embargo, he ahí el líquen, exprimiendo de lo muerto algún nutriente, como si le importara una mierda esa ley no escrita de lo muerto y su imposibilidad de consuelo.
¿Qué saca del hierro? ¿Se alimenta de muerte el indecente y colorido líquen?
Si eso fuera cierto, la mente podría dislocarse.
Es mejor pasar de largo, no pensar.


miércoles, 7 de octubre de 2015

Los colores de la oscuridad


La oscuridad esconde cosas.
Están los colores de lo viejo y de los atávicos miedos humanos.
La gente atraviesa el túnel gritando para espantar sus pánicos instintivos  y yo me quedo dentro oliendo, queriendo ser la maldición; un fantasma entre los muros de verde y pequeña vida.

En silencio, tocando los colores del miedo, suaves y húmedos como el sexo de la mujer deseada.
En la oscuridad se desata la insania sin pudor.
No sé donde quedó el miedo, tal vez entretejido entre rayos de luz ahí fuera.


martes, 6 de octubre de 2015

Sin color, sin forma


Los seres vivos se diluyen poco a poco. Su piel y su ánimo rechazan el color y la nitidez.
Y así hasta desaparecer.
Hasta morir.
Por eso caminan en la vejez mirando al suelo, para no ver lo que ya no son ni serán. La muerte es oscuridad y es lo que busca la vida cuando está cansada.
Está bien, peor sería más luz para unos ojos antiguos.



domingo, 4 de octubre de 2015

Atípicos contrastes


Si quieres crear un mundo diferente, contrastas.
Contrastas más allá de lo que el fotómetro dicta.
Fuerzas las luces y sombras hasta crear tragedia e inquietud.
Contrastas allá donde nadie quiere pisar y haces patente tu absoluta falta de pudor y de conformismo.
Y has transgredido bien, porque todos aquellos ajustes y conceptos que intentaron enseñarte, se han ido a la mierda con un clic. Se han evaporado y quedas solo tú y el mundo que has creado.
Sin considerar permisos, opiniones o gustos.
Sirve como epitafio.