domingo, 8 de noviembre de 2015

Lo que el sol arranca de la tierra


Yo no quiero que me incineren cuando dentro de unas horas o unos días muera.
Porque quiero ser eso que el sol arranca de la tierra cuando la abrasa. Quiero ser ese vapor de muerte que se arrastra ectoplasmáticamente entre las cosas vivas.
Quiero ser lluvia y contaminar de mí en un último acto el planeta.
Tengo mis derechos y para morir también soy caprichoso.
Lo siento por los órganos que nadie lucirá, pero si sirve de consuelo, dejaré un cuerpo absolutamente acabado.