Mostrando entradas con la etiqueta emoción. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta emoción. Mostrar todas las entradas

viernes, 6 de diciembre de 2024

rt--A la velocidad del sentir--ic


Caminar lentamente es un concentrado hipercalórico de experiencias sensoriales. Lo que lleva a una reestructuración intelectual del concepto de la vida y sus emociones, dándoles la justa admiración e importancia que se ignora con el caminar apresurado y neurótico de los que nacimos en cautividad y unos millones no son conscientes de ello.

A cada metro que se avanza pausadamente se forma la precisa existencia de las cosas y los seres.

El caleidoscopio adquiere sentido...

¡Despacio!

Se concluye que todo existe, mucho más allá de lo que se creía.

Que las cosas están más vivas de lo que pensabas.

Y te creías tan vivo…

Es entonces cuando el chorro de agua de una fuente casi se detiene en la visión fraccionándose en lo que de verdad es: una corriente de anónimas gotas que avanzan rápidas.

Hay cosas con voluntad y sin ella.

La voluntad requiere un esfuerzo que los que corren deprisa no tienen tiempo de realizar.

Ni ganas.

Y esperan una aleatoriedad que les satisfaga caminando rápido contra el tiempo.

Será a la velocidad pausada del sentir que apreciarás una sola gota que importe, esa que vale la pena mirar porque ha conseguido escapar, formar y caerse sola e intrépida.

Y tiene una montaña en su interior…


Lentamente…

A la velocidad del sentir.

Será una sola gota la causa de una emoción y es la que escucharás caer como un metrónomo cuando todas las cosas duermen.

El tiempo que nos robaron o perdimos al apresurarnos, es en realidad un crimen a sangre fría.

Nos asesinan en vida, como el mar devora con pequeños bocados a las inmensas ballenas que no ven ni sienten lo que ocurre en el otro extremo de su cuerpo.

Tal vez llores, tal vez rabies.

Que sea a la velocidad del sentir.

La ira es pasión y es importante, es nuestro humano combustible y debes usarlo para mantenerte a la velocidad calma. Ser rebelde es algo íntimo, jamás un espectáculo.

Si no eres capaz de caminar lenta y por tanto libremente, morirás sin conocer lo más íntimo y significante de la vida y lo único que aplacará la ira.

Y no importará si había una gota con una montaña dentro.

Serás ciego a los universos mínimos.



Iconoclasta

Fotos de Iconoclasta.

jueves, 31 de octubre de 2024

rt--El arcoíris en la montaña--ic



He visto un extremo del arcoíris tocar la montaña y parecía refulgir oro la tierra, los árboles y las cosas.

Si dios existiera no sería tan bello y mágico.

Tan monumental…

He sentido que ha valido la pena vivir para llegar a este momento, incluso con la pierna podrida. No importa.

También he jurado que si alguien me impidiera ver esta magia le cortaría el cuello y por el tajo le arrancaría los pulmones.

No existe dios, ni la bondad.

Existe el arcoíris y sé dónde nace o muere.

Ya no necesito saber mucho más.

Pero morir será ahora un poco más triste…

No importa, pensaba morir sin verlo hasta hace unos segundos.

No existen los paraísos, sólo los bellos azares.

Tengo la prueba, tengo el efímero tesoro tatuado en las retinas.

Es hora de fumar como si hubiera follado.

Bye.



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

 

viernes, 20 de mayo de 2016

Un latido perdido



Solo la belleza devastadora de un paisaje, de las nubes acariciando las montañas, del pato volando sobre el río y la conjunción de un perfecto cromatismo, puede emular a la muerte robándome un latido del corazón.
La belleza de la naturaleza y la muerte, son igual de poderosas.
Es un buen precio perder el ritmo del corazón a cambio de admirar toda esa majestuosidad.