martes, 5 de agosto de 2014

Naturaleza quemada y muerta



Los girasoles de Van Gogh parecen seres vivos y animados celebrando algo, sus pétalos revueltos como agitados por el viento es una amabilidad del autor, un eufemismo, una muerte divertida.
Están muertos, cortados y arrancados de la tierra, agonizando en un florero.
Yo no soy tan amable. Mi girasoles y mis rosas están arrasadas por demasiada vida, por demasiada luz. Las hojas ya están marchitas, como si la muerte escalara el tallo, en un avance imparable hacia las flores, que lucen serenas y heridas.
Mis flores son más trágicas que la vida misma. Bellas como heroínas.


El cielo que nadie quiere


Quiero un cielo oscuro, denso y pesado. Peligroso... Porque la luz y la claridad roban el misterio y el miedo; y sin ellos la vida es una jornada de compras en un supermercado. Donde amor y odio y las emociones todas, se convierten en frases facilonas, ternuras e ingenios que se pudren en internet por su propia banalidad. Mensajes que intentan disfrazar la mediocridad de algunas vidas y no lo consiguen. Yo quiero un cielo amenazador y las tinieblas, donde los corazones laten contritos por lo que hicieron o dejaron de hacer. Y acelerados, adrenalínicos...

sábado, 2 de agosto de 2014

Árbol monstruo



"Quiero cobijarme allá donde nadie quiere estar, donde nadie quiere ir.
Donde los árboles muertos se convierten en bestias pétreas.
Donde la oscuridad del fin del mundo aterroriza a los demás."

(de mi relato Un aire de mi mundo.
Laguna de San Baltasar, Puebla, México)


sábado, 26 de julio de 2014

Un hombre atrapado


Nadie se acerca lo suficiente, tienen miedo de que pueda ser cierto.
A veces se escuchan gemidos y llantos de soledad; pero pensamos en las hojas y el aire que las mueve.
Y nadie se acerca, nadie pregunta.
Y él nos mira incrédulo de que nadie lo vea. De no existir.
Sería demasiado horrible si fuera así.

(Laguna de San Baltasar, Puebla, México)


lunes, 14 de julio de 2014

El túnel del tiempo



La infancia es ahora tan lejana...
Se encuentra al final de un túnel tan largo, que no recuerdo cuando ni como lo recorrí. Tal vez no lo recorrí y me parieron viejo.
Tampoco importa, el tiempo para cruzar ese túnel, si fuera posible, es más largo de lo que me queda de vida.
Dicen que hay una luz brillante si continúo adelante.
Mejor me compro unas gafas de sol.


lunes, 7 de julio de 2014

Sala espera de un crematorio humano 2



Bajo los pies arde el infierno que abrasa el ánimo de los que esperan las cenizas, un regalo de mal gusto de parte de la muerte.


Sala espera de un crematorio humano 1



Es bueno que haya mucho contraste en el suelo, nos hace confusos a la muerte que arde tras la puerta.
Es importante la decoración para que salvaguarde nuestras almas, si las tuviéramos.