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domingo, 3 de julio de 2016

Grises y pardos


Existimos cosas y seres que somos de lluvia, por alguna razón el gris nos sienta bien, nos vemos bien en lo oscuro y en lo húmedo.
Y contrastamos a pesar de todo, a pesar de la tristeza que nos aplasta los días dolorosamente abrasadores.
En los plomizos y densos colores mojados, crecemos.
Cuando la melancolía se apodera del planeta, somos suave luz y color.
Reflejos otoñales que respiran profundamente la densa atmósfera.
Somos vanidad y error en un planeta de cosas de luz.
Grises y pardos, ganadores ocasionales de una carrera contra la hiriente luz que todo desnuda. Que todo muestra...
No hay misterios, no hay romanticismo bajo el sol.
Soy tan vulgar bajo la potente luz...

(Masía en Ripoll, Ruta de las Fuentes).



viernes, 4 de septiembre de 2015

Irrompible


Soy como el mejor de los relojes suizos; pero más barato, claro.
Sumergible, antimagnético, preciso, anticorrosión...
Me queda ser irrompible, pero... ¿para qué me voy a mentir si cuando me saque el pantalón mojado sentiré vergüenza de una pierna que niega semejante cualidad?
Así que cojeas haga frío, calor o llueva y tomas fotos en un momento y lugar ideal para que nadie se de cuenta de que una vez te rompiste. Y porque la lluvia hace preciosos algunos momentos a pesar de lo que eres.
La soledad dulcifica ciertas taras, te hace discreto.


sábado, 15 de agosto de 2015

Banco mirando al oeste


Llueve y los bancos descansan de su trabajo.
Éste miraba al oeste, como si deseara ir donde muere el sol, como si quisiera dejar de ser lo que es.
Como yo...
Los días de lluvia dan intimidad a los deseos.
Los dos somos bancos bajo la lluvia.