El amanecer de una gata

A ella le pasa como a mí: no le importa nada la belleza de un amanecer (si es que un amanecer puede ser bello para un hombre de verdad o un animal).

Busca movimiento y caza. Yo busco gente que despierta para huir de ella, para no cruzarme con nadie que no debo. Que no quiero.

Y que las nubes descarguen su ira y combatan al sol.

Es tiempo de guerra.

El este de un amanecer

Pareciera el resplandor de una bomba atómica que ha explotado un poco más allá del horizonte, donde todo sigue igual.

Pero es solo un sol, solo eso, el mismo de siempre, el mismo que calentará mis ideas y mi humor a medida que gane verticalidad de mierda.

Cada mañana observo al asesino despertar...

El oeste de un amanecer

Los edificios de cristal esplenden y un trozo de cielo nublado se ilumina molesto. Está bien, es bonito; pero paso de los colores anaranjados. Estoy saturado de color y sonidos.

Mis amaneceres son como yo quiero, como yo los hago. Los dioses somos caprichosos.

Extracorpóreo

Desaparezco...
Quisiera salir de mí, pero no es así de sugerente, simplemente me borro.
Soy mi propio retrato de Dorian Gray, solo que en lugar de hacerme podredumbre, desaparezco, me diluyo, me deterioro como un cartel en el metro. Ante todos, ante ellos. Y nadie presta atención.
Soy más gris que la maldad.
Joder... He sido todo lo malo que he podido, me merezco algo de contraste.

Avergonzado

Es vergonzoso verme a mi mismo y reconocer lo que soy, peor aún: saber lo que pienso.
Peor aún: saberlo todo.
Mejor aún: así no hay quien tema a la muerte.

Vieja Aduana de Puebla 4

Los millonarios, la gente de poder ha podido pagar su espacio, sus grandes espacios limpios y frescos.
Es una constante histórica.
En todas las épocas hay motivo de envidia y rencor por mi parte, por lo que me está vedado.

Vieja Aduana de Puebla 3

Escaleras y pasadizos.
Secretos, fantasmas y amantes.
Y la imaginación que no cesa.